Cuesta fingir estar bien, cuesta admitir realidades. Cuesta fingir sentimientos. Pensar que siempre hay alguien que te espera, que nunca llega. Pensar que siempre va a haber alguien que te deje una herida marcada, la cual nunca se irá facilmente, la cual te lleva al pasado y pensar lo vivido. Cómo cuesta verdaderamente olvidar, olvidar todo aquello que en algún momento nos hizo mal. Principalmente cuando hablamos de amor, un sentimiento que en verdad es maravilloso, la palabra que decimos todos. No busques, pronto llegará, y si es el equivocado pues no queda más que esperar, y si no llega, es porque no lo hay. Sí, mis días son grises, oscuros y decadentes, quiero uir, escapar de todo aquel mal que me rodea. Miradas tristes hay de mí , ya nada es como yo quiero. Ojalá alguien me invada completamente y me ayude a correr para escapar y olvidar todo ese mal. Cuesta, lo sé. . pero no hay nada más que hacer, los recuerdos vuelvo a repetir sobreviven no en la mente, sino en el corazón .